Fotografía abstracta

La inmensa mayoría de los fotógrafos nos preocupamos para que las fotografías sean lo suficientemente precisas y que no exista lugar a dudas acerca de la naturaleza de los sujetos y elementos del encuadre.

Sin embargo, nos encontramos con fotografías en las que los elementos de composición no son exactamente identificables y sigue resultándonos como una fotografía adecuada o agradable. Algo así es lo que queremos encontrar con la fotografía abstracta.

¿Qué es la fotografía abstracta?
Es un tipo de fotografía bastante compleja, incluso para explicarlo. Son imágenes que se han hecho famosas en la modernidad, en la época en la que lo irrelevante se hace cada vez más popular.

Consiste en una variedad de ángulos, colores y luces sin ninguna forma u orden específicos. Los mismos se presentan mediante el uso de cualquier tipo de artículo que queramos, incluso los de uso cotidiano. Pero por lo general, no se distingue lo que se utiliza en la fotografía.
La idea es distorsionar en cierta medida la imagen para convertirla en algo abstracto, pero completamente artístico y digno de la admiración de los espectadores.

Finalmente podemos decir que las composiciones de la fotografía abstracta son indefinibles, sin importar si podemos divisar lo que vemos o no. La idea es que se crean imágenes que no tengan significados por sí mismos, sino que el espectador lo piense y lo decida.

¿Qué necesitamos para hacer fotografía abstracta?

Concepto. Ya sabemos que en la fotografía abstracta no hay exactamente algún elemento identificable, pero sí debemos tener un concepto abstracto que queramos expresar. De esta forma se nos terminará haciendo mucho más fácil encontrar el encuadre indicado para capturar.

Cualquier objetivo. Los lentes para hacer fotografía abstracta pueden ser de cualquier naturaleza, ya que la fotografía abstracta puede ser encontrada tanto en los ámbitos más pequeños como en los más grandes.

Sin embargo, generalmente utilizamos objetivos macro para poder involucrar formas más versátiles.

Luces. Puedes usar diferentes tipos de luces para hacer fotografía abstracta. Las luces traseras y los materiales traslúcidos componen la combinación más común en este tipo de imágenes.

Colores. Los colores son una manera perfecta de mezclar elementos compositivos.

Formas geométricas. Si piensas hacer fotografías con lentes macro o con un alto rango de magnificación, puedes hacer uso de elementos que te sirvan para hacer formas geométricas. Estas son perfectas para transmitir emociones y para simular cosas irreales.

Si no queremos involucrar formas geométricas exactamente, podemos hacer uso de cualquier forma natural o artificial. Estas pueden ser las marcas de la hoja de un árbol, las líneas que se trazan en el agua gracias al impacto del sol.

Debemos aprender a cambiar nuestra perspectiva de manera temporal, necesitamos entrenar nuestro ojo fotográfico para percibir los objetos y sujetos de manera distinta.

Un ejemplo sería, si tenemos una escena en donde hay un objeto en el medio de un gran fondo bastante neutral, debemos acercarnos al objeto (o alejarnos) para ver lo que lo compone: líneas en diferentes direcciones, texturas interesantes, formas geométricas y colores llamativas. De esta forma, no vamos a verlo como normalmente lo vemos sino como un conjunto de cosas.

Cambiar nuestra percepción temporal para hacer una sesión de fotografía abstracta puede ser más difícil de lo que pensamos, ya que es sumamente difícil cambiar la manera de ver las cosas. Intenta alejarnos o acercarnos a lo que queramos fotografiar. Trata de dispersar la mente y quedarte viendo fijo mientras observas algo para poder hacerlo.

Tipos de fotografía abstracta

Completamente abstracta. La fotografía completamente abstracta se conoce como aquella que no permite que el espectador reconozca ningún elemento presente en la composición: es algo que no tiene sentido físico, por lo que puede ser cualquier cosa.

Parcialmente abstracta. Es aquella en la que podemos reconocer uno o dos elementos de la composición pero que sigue sin tener sentido por sí misma. Por ejemplo, si tomamos una fotografía de la madera con un lente e iluminación macro, esto podría ser considerado como una fotografía parcialmente abstracta: podemos reconocer que es madera lo que estamos viendo, pero la imagen no tiene un significado más allá de eso, al menos no explícito.

Fotografía minimalista. Entre la fotografía minimalista y la fotografía abstracta, podríamos decir que hay un hilo muy delgado. Y sin embargo, podríamos no encasillar a la fotografía minimalista como abstracta. Todo va a depender del tipo de imagen y de la construcción de la misma. Si no podemos distinguir el objeto principal en la imagen, entonces definitivamente sigue siendo abstracta. Pero si podemos divisar el motivo, se trata de una fotografía completamente minimalista.

Consejos para hacer imágenes abstractas

Aislar al protagonista de la imagen. Cuando hay algo que no identificamos muy bien en la fotografía, siempre nos fijamos en el fondo para poder entender el contexto de la forma y por ende, saber qué es lo que estamos viendo.

La mejor manera de crear fotografía abstracta es aislando completamente el motivo de la imagen, es decir, nuestro “protagonista” de la composición. Esto lo podemos hacer creando un fondo neutral o un fondo tan confuso como el motivo. Ahora, la idea no es que los espectadores terminen completamente confundidos, pero sí que terminen atraídos por tratar de descifrar lo que se está relatando en la imagen.

También podemos intentar aislar el motivo gracias a una profundidad de campo superficial o crear un completo vacío alrededor.

Utiliza las sombras. Las sombras son generadoras automáticas de siluetas, pero no siempre nos relatan la verdad de lo que está detrás. En el caso de la fotografía abstracta, puede ser sumamente útil involucrarlas en nuestro encuadre. Las sombras pueden ser incluso indescifrables y altamente versátiles para crear formas, líneas y elementos distintos a partir de ellas.

La fotografía abstracta no consiste en un montón de sinsentidos capturados en la cámara, sino más bien consiste en una creación de elementos indivisibles con el objetivo de hacernos pensar o sentir.

Aléjate o acércate a los motivos de composición principales. La mejor manera de entrenar tu ojo fotográfico es abstrayendo la mente y divisándolo de otra forma completamente distinta.

La composición empieza por el cambio de percepción momentáneo, ese que realizamos antes de disparar una fotografía. Y la mejor manera de percibir un objeto de forma diferente puede ser viéndolo desde otro ángulo: podemos acercarnos para apreciar su textura o alejarnos para verlo en un color diferente.

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